25 de octubre de 2018

¡OH! Un libro con sonidos


Lo admito, me fascinan los libros de Hervé Tullet. Desde que los descubrí hace un par de veranos no puedo salir de la sección infantil de ninguna librería sin comprobar que no tengan algún libro suyo que me interese. Así que voy acumulando títulos a la espera de ser usados en clase algún día. 

Cada curso escolar me propongo un tema a explorar en mis clases. Puede ser cualquier cosa: cierto repertorio, algún material, lo que sea que me apetezca ese año y pueda encajar con los cursos que tengo. Eso sí, las ideas, ideas son, vienen y van, con lo que tampoco prometo cumplir el plan. 

Durante el curso 2017/18 me planteé usar los libros de Hervé Tullet con diferentes cursos. El primer seleccionado fue una novedad editorial reciente, cuyo título ya daba pistas de que sería interesante para clase de música.

Ficha técnica:
 
Título: ¡OH! Un libro con sonidos
Autor: Hervé Tullet
Editorial: Kókinos


¡OH! Un libro con sonidos es un libro interactivo en el más típico estilo de Tullet. La novedad en este caso reside en que no sólo se espera que el lector manipule el libro sino que además lo haga sonar. Leer este libro en silencio no es una posibilidad. Lo mejor es incluso leerlo con compañía. ¿Con quién sino vamos a discutir o hablar como robots?

El hecho de que abordase la expresión vocal, unido a la claridad gráfica con la que se representan diferentes cualidades del sonido me hizo decantarme por usarlo con 1º y 2º de Primaria. Y este fue el proceso:

LA PROPUESTA DIDÁCTICA


Destinatarios: 1º y 2º EP
Duración: 3 o 4 sesiones
Puesta en práctica: Noviembre 2017


Como no podía ser de otro modo, todo empezó presentando el libro, no sin cierto misterio y leyéndolo entre todos. No hubo que esperar mucho para comenzar a interpretar sus páginas según lo que nos indicaba: "oh" azules pequeños, grandes, largos, cortos, de diferentes alturas y también "ah" rojas con las que dialogar.  Una vez leída la primera parte del libro, puesto que la lectura completa la repartí a lo largo de varias sesiones, fue el momento de pasar a la acción.


Armados con un folio y pinturas de color rojo y azul cada uno creó su propia partitura de "ohs" y "ahs". Podían usar los dos colores o solo uno, lo importante era mantener la idea de los círculos e ir pensando en cómo sonaría. Después tuvieron que interpretar sus creaciones con la voz y también con movimiento. Igualmente probamos a encadenar varias hojas una tras otra para crear una composición más larga.

El paso siguiente en 1º fue, ya que hablábamos de círculos, aprenderse la rima tradicional "Don Redondón" que usaríamos como interludio en varios momentos de las actividades.


Redondo, redondo, es don Redondón.
Le gustan las cosas que redondas son.
El bombo, la rueda, la luna y el sol.
Redondo, redondo, es don Redondón.



Esta rima también fue el punto de inicio para experimentar y buscar todas las ideas posibles de movimiento en círculos: con diferentes partes del cuerpo, con desplazamiento, a solo, en grupos... Todo lo que se nos ocurriera.

Una vez leído el resto del libro y descubierto el tercer sonido, el punto amarillo "wuau", hicieron aparición en el aula un montón de puntos de goma en los tres colores del libro: amarillo, rojo y azul. ¿Y qué hacer con ellos? Pues ponerlos en movimiento, haciendo el sonido correspondiente a cada color. Una gozada de actividad muy interesante visualmente.


 
Por su parte, en 2º, tras leer todo el libro nos centramos en las páginas dedicadas a las líneas. Jugamos a "pintar" con las manos para finalmente volver a hacer una composición plástica usando solo líneas con los 3 colores. Por último, las líneas se convirtieron en movimientos y pequeñas creaciones coreográficas y sonoras por parejas.
 

Finalmente, todas las obras plásticas quedaron expuestas en las escaleras para disfrute de todos (e incógnita de algunos que no entendían muy bien qué estaba allí representado).


 


9 de octubre de 2018

Ritmo y bola


Ficha técnica:

Título: Ritmo y bola
Autor: Gabriel Ecoutin
Ilustrador: Olivier Fagnère o  Stéphane Escapa (según edición)
Editorial: Cocktail Games


Hay juegos que tienen una aplicación didáctica evidente. Quizás sea por su temática o por sus mecánicas, sea lo que sea hay algo que los hace claramente apropiados para el aula. Ritmo y bola es uno de esos juegos. Aunque fue creado como un party game (y para muchos lo será), parece también diseñado a propósito para el aula de música. ¿Un juego en el que hay que hacer ritmos y gestos sin perder turno y que además funciona con grupos grandes? ¡Lo compro! Sin saber más ya suena perfecto.
 
No es raro por tanto que Ritmo y Bola sea ya un viejo conocido entre los juegos usados dentro del Aprendizaje Basado en Juegos en el ámbito de la educación musical. Con pocas o ninguna variación de las reglas el juego ya funciona bien y cumple su objetivo. Además es muy divertido y barato. En definitiva, una apuesta segura.

Desde que lo compré hace ya algunos años he jugado muchas veces a Ritmo y Bola en clase, tanto en Primaria como en Secundaria e incluso en algún campamento musical. Sin embargo, su uso, aunque exitoso, siempre ha sido jugar al juego sin variantes destacables. A finales del curso pasado me propuse desarrollar una propuesta didáctica que aún siendo ligera, le sacara más provecho al juego intentando abarcar otras áreas de la educación musical como el movimiento o la audición y fuese una oportunidad para incluir alguna música rock en la clase. Este fue el resultado:
 

LA PROPUESTA DIDÁCTICA


Destinatarios: 6º EP
Duración: 3 sesiones
Puesta en práctica: Junio 2018

MOVERSE

 
¡Cartas al suelo!
Todo empieza con las cartas repartidas por todo el espacio del aula sobre unos círculos de goma, que simplemente las hacen más visibles para que nadie las pise. Cuando el grupo entra comienza el juego. Mientras suene la música pueden andar libremente por el aula, pero cuando esta pare deberán estar junto a una carta y hacer el gesto que vean. Tras algunas repeticiones las pautas van cambiando: acabar junto a una carta que nos guste (o no), la que tenga nuestro estado de ánimo, la que resulte más ridícula...

En proceso de creación
También propongo ideas para que los gestos se conviertan en algo más grande: hacer una escultura con todo el cuerpo solos o con un pareja,  copiar la figura de otra persona, pensar cómo se movería el personaje de nuestra carta y desplazarse así hasta la siguiente... En la última sesión la tarea final consistió en formar grupos de 3 y escoger 3 cartas a partir de las que crear una pequeña dramatización.

JUGAR


El primer paso para aprender a jugar a Ritmo y bola es aprender el ostinato de percusión corporal y familiarizarse con la mecánica del juego. Para ello, tras repartir las cartas hacemos una ronda en la que cada uno muestra su gesto, primero sin percusión corporal y después ya con el ritmo, pero simplemente yendo en orden alrededor del círculo. Por último, jugamos llamando con los gestos a quien se quiera, pero sin ninguna norma más ni importar los errores.

El ostinato

En la segunda sesión ya jugaron con la penalización de coger carta al fallar, aunque sin cartas de bomba. La verdad es que nunca las uso. La variante que sí usamos al final fue que cuando alguien fallaba todos pasaban una carta a su derecha, lo que complica el juego a todos. Como variante que quedó pendiente me habría gustado que en grupos crearan nuevos ostinatos de percusión corporal con los que se pudiera jugar, pero no dio tiempo.

Y ESCUCHAR

 
Aprovechando la circunstancia de jugar a Ritmo y Bola, fue una buena oportunidad para escuchar "We Will Rock You" de Queen y otras canciones que habían sonado durante las actividades de movimiento. La selección incluía canciones variadas de los Beatles, Queen, Pink Floyd, etc.  Con ellas les propuse la tarea de comprobar si el ostinato que hacíamos encajaba con todas y porqué. Teniendo en cuenta que no todas las canciones estaban en 4/4 fue una actividad interesante.

UNOS APUNTES FINALES

 

Como ya se puede intuir en el texto, las actividades aquí descritas fueron repartidas a lo largo de 3 sesiones. La idea era que siempre hubiera una parte de movimiento y otra para jugar al juego y quizás escuchar las canciones. Para hacer todo esto solo hizo falta una copia del juego. Personalmente prefiero la edición vieja del juego con ilustraciones de Olivier Fagnère, aunque me temo que simplemente porque es con la que más he jugado. Los círculos de goma usados en las actividades de movimiento provienen del juego Twister Scram. Son un gran material, pero ya está descatalogado.