25 de marzo de 2020

La educación musical NO es esto


Señores, no, la educación musical no es eso. No al menos en mi aula, ni en la de muchos de mis compañeros docentes de música que, como yo, buscan cómo acercar la música y la danza de la manera más atractiva posible a los niños y jóvenes de este país en ese mísero espacio semanal que las leyes educativas nos dejan en las escuelas. 

La programación de esta mañana en ClanTV  y La2 de TVE podía haber sido una gran oportunidad para mostrar las toneladas de buenas prácticas que se ven en nuestras aulas, para dar una idea actualizada de la educación musical o para, por lo menos, ofrecer una mañana de práctica musical de calidad a todos los niños que llevan días encerrados en sus casas. Pero no lo fue. En absoluto. Desde el minuto cero en su lugar nos encontramos con un auténtico despropósito educativo.

La mañana comenzó con la franja de los pequeños de 6 a 8 años. ¿Y qué nos encontramos? Con un vídeo tras otro de solfeo. Posición de las notas en el pentagrama, tempos, negras, corcheas, blancas… Así durante toda la hora, con unas explicaciones abstractas propias del siglo XIX, unos ejemplos rítmicos mal secuenciados, hasta fuera de ritmo y con una calidad de vídeo lamentable. Pasó casi una hora sin que escucháramos ninguna música. No hubo ninguna referencia a la experiencia, a la práctica tan importante en esta etapa, más allá de hacer unos dictados completamente inapropiados. Y sobre todo era aburrido, muy aburrido. Me imagino a Orff, Kodaly y Dalcroze, entre otros pedagogos, revolviéndose en sus tumbas al ver semejante espectáculo.



Al ritmo que iban parecía que acabaríamos la mañana viendo todos los contenidos de grado elemental de conservatorio. Pero no, nos sorprendieron con algo peor. En cada nueva franja se repetían contenidos ya explicados en la anterior. Una y otra vez hablando de negras y corcheas. ¡Qué horror! Incluso hubo un vídeo repetido en espacio de 15 minutos.

¡Otra vez lo mismo!


A lo largo de la mañana las franjas también se completaron de manera variable con algún vídeo sobre instrumentos (con sonido MIDI!)  y otros de danzas para ver sin más. No había nada que hacer ni ofrecían ninguna explicación adicional. Especialmente llamativos eran el hecho de que los bailarines no eran de la misma edad que sus destinatarios y la absoluta falta de adecuación del repertorio a la edad. Puesto que era el día de Educación Artística y Educación Física ¿debemos suponer que las danzas también contaban como de Educación Física? ¿Era un dos por uno? 

Si con estos precedentes todos temíamos que la segunda parte de la mañana, la dedicada a la ESO, fuera otra tanda de solfeo e historia de la música, la realidad nos sorprendió: Yoga, ¡recetas de cocina!, todo con un estilo súper infantil y muy al final, un par de documentales sobre Pink Floyd y Tomatito de escaso interés, aunque al menos al fin vimos a alguien tocar un instrumento.

¿Desde cuándo la Educación Artística también son recetas?

No, señores, la educación musical no es esto. La educación musical es cantar, tocar, bailar, componer, improvisar, escuchar, hablar de música y ante todo sentir. No es aprender solfeo (ni siquiera puedo llamarlo lenguaje musical, porque el lenguaje musical es más atractivo que lo que hoy se vio). Cada vez somos más los docentes de música que reducimos a la mínima esencia los contenidos teóricos y siempre después de haberlo experimentado previamente. También es cierto que con el escaso tiempo del que disponemos es una cuestión de prioridades. Ya que tenemos poco tiempo, usémoslo bien, hagamos algo relevante y con lo que poder despertar la pasión por las artes. No hay que olvidar que para muchos, la materia de música será su única oportunidad en la vida de acercamiento a esta disciplina artística. 

Pero me temo que quienquiera que diseñara este despropósito no tiene ni idea de educación musical. Tampoco se preocupó de ser bien aconsejado, ni de rellenar con contenidos de calidad un espacio destinado a cubrir un servicio público de atención educativa a los estudiantes más desfavorecidos. Nada de eso. En su lugar optó por lo más fácil: coger sin criterio algunos vídeos de youtubers varios o de entre los materiales que ofrecen las editoriales junto con sus libros de texto. Libros de texto, por cierto, de los que muchos docentes de música ya huimos como de la peste, pues son nefastos y no comparten nuestros ideales de lo que la educación musical debería ser.

Los niños tocan en la tele, Munich, 1947.
En vez de este despropósito, lo ideal habría sido desarrollar nuevos materiales audiovisuales creados por pedagogos musicales que ofreciesen actividades prácticas musicales para hacer en casa. No es imposible, ya se ha hecho. Precisamente los orígenes de la metodología Orff-Schulwerk están intrínsecamente unidos a un programa de radio, después de televisión, en el que allá por el año 1947 los niños cantaban, tocaban y bailaban a ambos lados de la pantalla.

También es cierto, soy perfectamente consciente,  de la premura de esta situación excepcional. En ese caso, en vez de buscar material fuera, RTVE podría haber tirado de su propia hemeroteca, pues en ella hay recursos aprovechables, que podrían haber emitido esta mañana, por ejemplo:

- Capítulos sueltos de El Conciertazo, que si bien no era maravilloso, era mucho mejor que lo que vimos hoy y buscaba transmitir el gusto por la música.
- Apostaría lo que fuera a que entre la ingente cantidad de conciertos grabados de la Orquesta Sinfónica de Radio Televisión Española hay algún concierto para niños. Sino, pequeños fragmentos de conciertos con un repertorio apropiado también servirían.
- O de Los conciertos de Radio 3. ¿Por qué no un poco de jazz? ¿O de música tradicional?
- Para el alumnado de la ESO algún capítulo de This is Opera o This is Art, podría ser muy enriquecedor. 

Y esto solo por citar algunos ejemplos que se me ocurren a bote pronto, que seguro que en esa hemeroteca hay más conciertos, documentales o retransmisiones que podrían cumplir perfectamente esta función educativa. 

Ahora solo queda esperar a ver qué nos depara la semana próxima. ¿Volveremos a presenciar un espectáculo educativo bochornoso? ¿Habrá alguna mejora? Quién sabe. Mientras tanto, yo solo deseo profundamente que ninguno de mis alumnos haya visto esta mañana la tele. No quiero que piensen que la música es eso.

13 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo. Enhorabuena. Mi nombre es Agustín Javier Lázaro y soy profesor de música y jefe de estudios en el CEIP Pío Baroja de Madrid. También soy socio de Promúsica Valladolid y estamos en COAEM. Te paso el enlace de lo que estamos arrancando como opción para estos días en aula virtual
    https://aulavirtual35.educa.madrid.org/cp.piobaroja.madrid/course/view.php?id=71

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  2. No lo podía decir más claro. Gracias, Iris

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  3. Completamente de acuerdo, la música debe ser tocar sentir y disfrutar, sobre todo disfrutar.
    Por si os interesa dejo la página web de un programa de pc para poder jugar con la música
    www.playsound.es

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  4. Totalmente de acuerdo . Ya estoy jubilado he ejercido de maestro de música en primaria 18 años. Y nunca usé libro de texto de editoriales. No prescindí de enseñar el dichoso solfeo, pero solo el imprescindible y siempre aplicándolo a acto de interpretar música o escuchar música. El canto, la interpretación instrumental y las audiciones activas eran el centro de mis clases. No es malo en sí enseñar lenguaje musical, lo malo es convertirlo en un fin en sí mismo y dedicarle mas tiempo del debido. Es una herramienta y como tal debe de usarse. También he criticado a los compañeros que prescindían totalmente de él. Con un buen método puede ser hasta divertido y después nos va a ayudar mucho a la hora de hacer interpretaciones musicales con la orquesta escolar de los llamados intrumentos Orff. En fin, ya me he alargado mas de la cuenta, este tema me apasiona, le he dedicado una gran parte de mi vida.

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    1. Rafa! De acuerdo totalmente. Un poco, sólo un poco! Y los niños lo entienden enseguida si se hace de manera práctica! Un abrazo!

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  5. Gracias por poner en tus páginas mis pensamientos. Pero el resto de asignaturas el resto de días han sido igual de bochornosos.

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  6. No pude soportarlo y tuve que apagar la televisión.Soy profe de música en el Ceip Santa María de Gracia de Murcia y m alegra saber que somos muchos los que pensamos de la misma manera.Un auténtico disparate.Saludos musicales para tod@s.

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  7. Muchas gracias por tus palabras. Somos mucho los que sentimos la educación musical como tú. Yo e dedico a la estimulación y experimentación musical para diferentes rangos de edad, y lo hago siempre desde el juego y la experimentación, desde el tocar, cantar, bailar, construir, pintar, audicionar, etc... Es una pena que a día de hoy aún existan aquellos que creen que la música ha de ser aburrida.

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  8. Completamente de acuerdo con todo lo que expones. No descubro nada nuevo, pero igualmente los contenidos de Lengua y de Sociales - asignaturas que yo trabajo - son de escasa calidad e interés. No solo poco motivadores, sino además con afirmaciones completamente inexactas acerca de Cervantes, Don Quijote y el Cid. En fin, otra oportunidad perdida...

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  9. Completamente de acuerdo. Escribo desde Chile, y acá la asignatura está muy precarizada: En primer Ciclo Básico de la Educación Pública -años decisivos en la formación musical del estudiante- la asignatura debe ser atendida por el docente de educación general básica, quienes -sin desmerecer- no son precisamente especialistas en la disciplina. También comentar que en algunas escuelas sólo tienen una hora pedagógica destinada a la asignatura (45 min.) lo que en la práctica es nada. Por último, decir que me gustó mucho la parte aquella de la publicación que menciona que muchos docentes de música de España huyen de los libros de texto de la asignatura, sobre lo cual quiero comentar que en Chile no contamos con libros de texto, ni del ministerio ni de la editorial especializada en abordar los contenidos de las asignaturas, lo que por un lado da cierta ventaja porque nos permite preparar nuestro propio material. De lo que sí huimos, al menos yo, es de los programas de estudio y de sus objetivos de aprendizaje, de los cuales, de los siete de ellos, sólo UNO promueve la práctica musical: el que los estudiantes hagan y ejecuten música.

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